Javier Botica: “Los niños están muy concienciados. Son nuestra esperanza”

Javier Botica, profesor de Pedagogía Terapéutica y director del Programa Aula Verde en el Colegio San Miguel Arcángel de Navahermosa, en los Montes de Toledo. 
Ruben M. Navalmoral. El Viejo Alcornoque. Navahermosa. Septiembre de 2017. 
En pleno verano, a casi 40 grados a la sombra, azotados por el inclemente sol de agosto en los Montes de Toledo contemplamos como la ausencia de lluvias arrasa nuestro campo. El agua, que no llega. No llueve hace meses. Años, dicen los que saben, pues nunca llueve “a gusto y bastante”. Los arroyos secos, el pantano del Torcón a un 14 % de su capacidad… Cedena al borde del colapso… Los acuiferos en niveles muy preocupantes, el ganado bebiendo agua de pozo... Sequía, desforestación, incendios, empobrecimiento del suelo, cambios en el clima… Y de repente, un oasis. 

Un rincón verde en las aulas del colegio San Miguel Arcángel donde Javier Botica enseña a sus alumnos, niños de entre 3 y 12 años, a vivir de forma respetuosa y sostenible con el planeta dentro de un programa formativo llamado Amiga Tierra. Una iniciativa que cuenta con un premio concedido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en el año 2014 y que forma parte de un programa de concienciación medioambiental. 


Javier Botica es profesor de Pedagogía Terapéutica en el colegio San Miguel Arcángel de Navahermosa, en los Montes de Toledo. Persona comprometida con su trabajo, es un activista que ha asumido el reto de enseñar a nuestros niños cómo vivir su vida en plena armonía con el medioambiente. “Tener un Aula Verde implica necesariamente que sea verde” explica Javier Botica. “Los niños aprenden la importancia del orden, de la limpieza, de apagar las luces, cerrar las ventanas y conocer los procedimientos esenciales de una forma de vida sostenible. Reciclar, ahorrar energía, no derrochar. La solución es la educación. Y los niños son los protagonistas”. 

Una visita al colegio es un excelente ejemplo de la efectividad de esta iniciativa. "Tenemos árboles y plantas que cuidan los niños y las niñas, contenedores para separar residuos, decoración verde, y talleres en contacto con la naturaleza, como la siembra de semillas, o la asistencia a la suelta de aves rapaces en los Montes de Toledo... 

TODO CONECTADO

Además, Amiga Tierra, nuestra aula verde, nuestra conciencia Eco, es un reto. Es una asignatura, entre comillas“, continua Javier, “Tenemos un tablón con una clasificación por puntos y por aulas, en la que compiten y, por supuesto, hay un ganador y hay un perdedor.  En la vida, en el mundo de hoy, debemos enseñar cómo hacer las cosas bien y que esto tiene un premio. En el caso del medio ambiente nos jugamos mucho. Nos lo jugamos todo. Es importante hacer las cosas como deben hacerse”. 


PATRULLA VERDE

Es como un juego”, añade, “pero todo está conectado”, continua. “Tenemos una Patrulla Verde. Formada por alumnos y dirigida por mí. Es muy divertido y al mismo tiempo muy serio. Podemos entrar en cualquier momento en cualquier clase y ver si el aula cumple con las normativa de Aula verde; limpieza, orden, borrador limpio, ventanas cerradas, residuos seleccionados, etc… Si todo está bien, el aula alcanza la puntuación máxima y se añade a un tablón donde aparecen todas las aulas con su puntuación. 

"Imaginaros”, sonríe. “Ningúna niña, ningún niño quiere quedar mal frente a las otras clases. Ponen toda la atención en ser verdes, y no solo en el colegio sino también en su vida familiar y en su tiempo libre".

DOS BANDERAS VERDES

El Colegio San Miguel Arcángel de Navahermosa, en los Montes de Toledo, pertenece a la Red de Eco Escuelas de Castilla–La Mancha que otorga distinciones a aquellos centros destacados en una educación sostenible con el medioambiente. El colegio, de la mano de las iniciativas de Javier Botica, ha conseguido dos banderas verdes en los tres años que lleva perteneciendo a esta red. 



La pertenencia a esta red nutre las aulas de los centros participantes de un amplio elenco de iniciativas destinadas a educar en respeto y desarrollo sostenible. Talleres formativos, actividades extraescolares en la naturaleza, colaboración con instituciones, asociaciones, ONG, profesionales, personalidades, etc... 

“Talleres de reciclaje con Ecoembes; celebramos “El Día de la Mascota” en el que los alumnos traen pequeñas mascotas al colegio: peces, hámster, caracoles; o, por ejemplo, algo que nos gustó mucho a todos y que siempre formará parte de nosotros fue la suelta de aves rapaces, buitres más concretamente, en plena naturaleza. ¡Trescientos niños al monte!” sonríe, “Fue muy emocionante y nos quedó claro a todos la importancia que hay que dar al respeto a la biodiversidad de nuestro entorno”. 


“Pero hacemos muchas cosas más", añade Javier, “plantamos árboles, sembramos semillas, concienciamos de la escasez del agua, sobre todo en los baños. Hacemos carteles, trabajos manuales, exposiciones… Tenemos una estación Metereológica, que fue lo que elegimos de premio, y todos los días, los niños analizan nuestro clima, la pluviosidad, la temperatura, la humedad, etc...  " 

Datos esperanzadores... 

El programa Amiga Tierra imparte entre 20 y 25 talleres por año de los que se pueden extraer muchas conclusiones. No solo del comportamiento en el colegio, sino de cómo se difunde el mensaje en las familias, entre los amigos y en la sociedad en general. Amiga Tierra no es una asignatura aislada. De una u otra manera forma parte del resto de materias lectivas. En nuestro planeta todo está conectado.

 “Hacemos una encuesta a principio de año y otra al final y medimos los resultados.  La verdad, son muy alentadores.  Los niños están muy concienciados. Son nuestra esperanza". Concluye Javier con una sonrisa...

Ruben M. Navalmoral. El Viejo Alcornoque. 
Navahermosa. Septiembre de 2017.